Se viene diciembre y con ello las fiestas de fin de año de las empresas que, más allá de ser una instancia de diversión con los compañeros de trabajo, es una actividad social que requiere de especial atención. 

“No se debe olvidar que se está compartiendo con compañeros de trabajo, con superiores, y no con amigos personales. Son cosas muy diferentes”, sostiene Francisco Sólanich, director de la Escuela de Relaciones Públicas de la Universidad del Pacífico. 

Por lo mismo, se deben cuidar algunos aspectos propios del protocolo y tener un comportamiento de acuerdo a la ocasión. “Lo más común, que se da mucho más en hombres que en mujeres, es el tema del consumo de alcohol. Debe ser moderado y, de nuevo, recordar que no estamos con amigos personales, sino con personas con las que no tenemos un grado de confianza mayor, entre los que también se encuentran los superiores directos”, indica Francisco Sólanich. 

Otro tema que se debe tener en cuenta es el vestuario. Para los hombres se recomienda ir de traje y corbata. “Así se va a la segura”, dice Sólanich.  Y agrega que lo ideal es el uso de colores oscuros, idealmente traje gris marengo o azul, dejando de lado los tonos claros o cafés. 

“Para las mujeres, hay una recomendación, ya que muchas van vestidas como si fuera un matrimonio, y no lo es. Se deben dejar de lado las gasas, las sedas y escoger otro tipo de telas para los vestidos”, recomienda director de Relaciones Públicas de la Universidad del Pacífico. 

A la hora de la cena, también es importante saber utilizar los cubiertos, ya que habitualmente se ponen dos tenedores y dos cuchillos. “Siempre se debe partir de afuera hacia adentro. Es decir, los servicios que están más lejos del plato son los primeros en usar. Terminada la entrada o el primer plato, se dejan puestos en él y con el segundo plato, se hace lo mismo”, agrega. 

Y como en estas fiestas siempre se incluye música en vivo o envasada para que la gente baile, hay que evitar que el entusiasmo nos juegue una mala pasada. “Un error protocolar que se comente mucho es sacar a bailar al jefe. No corresponde por protocolo, pero sí al revés. Es decir, si el jefe o superior toma la iniciativa y saca a bailar a una persona que está a su cargo, no hay problema. Lo ideal es bailar entre pares o con quien se tiene más confianza y cercanía”, finaliza Sólanich.

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