Al observar y analizar algunos de los datos obtenidos en la última encuesta CASEN, sin duda que lo que más ha llamado la atención es el alto índice de pobres que aún persisten en nuestro país, y que como Gobierno de la Alianza -pese a las dificultades- nos hemos comprometido a enfrentar, como ya lo ha dicho nuestro Ministro de Planificación, Felipe Kast.
Pese a lo anterior, creo que no es menor hoy dar a conocer otra parte de la encuesta que dice mención a los JÓVENES, los que conformamos el 25% de la población total del país. Esta encuesta nos aproxima a que el 2014 el mayor grupo etario generacional estará en el hoy comprendido “segmento juvenil”, por lo tanto la importancia de una real participación, no sólo ante las demandas, sino que con un compromiso real, es esencial, tal como lo ha manifestado en reiteradas oportunidades el presidente Sebastián Piñera.
Pero, ¿cuáles son las relaciones de distancia y/o proximidad entre jóvenes “en general” y jóvenes que participan? ¿Qué significa ser un joven participante?
Ser Joven Participante sin duda que debe ir más allá de la combinación entre las clásicas demandas de educación, trabajo, salud, y cultura, causas de identidad y miedos contemporáneos.
No podemos esperar ser una fluida identidad aglutinadora de demandas, ganar tránsito para disputar legitimidad y recursos en el espacio público, si no logramos como generación sentirnos parte de una sociedad responsable que aspira a un país desarrollado con igualdad de oportunidades, si el mayor porcentaje de habitantes no se siente parte de las soluciones que debemos enfrentar .
El llamado es a PARTICIPAR CONSTRUYENDO y nuestro compromiso, como institución comprometida con los temas de juventud, será garantizar las condiciones necesarias para que esta participación sea efectiva, contribuyendo así al mejoramiento de sus niveles de inclusión y oportunidades.
FOTO: www.injuv.gob.cl