Conflicto: un Hecho con el que debemos aprender a Convivir

Conflicto: un Hecho con el que debemos aprender a Convivir

27 Enero 2011
Entender el conflicto pasa por la aceptación de que éste es inevitable, puesto que en él planteamos temas de vida, trabajo, ego, sentido de propósito y misión, entre otros. Por Verónica Zamorano.
Verónica Zamorano >
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Habitualmente usamos una gran cantidad de palabras que nos permiten trasmitir ideas, comunicarnos. Sin embargo, muchas veces concedemos a estas palabras sólo una connotación negativa. Una de ellas es el conflicto, al que culturalmente vemos como algo perjudicial y lo asociamos a peleas, agresividad, violencia y ofensa.

¿Pero qué significa conflicto? La más simple de las definiciones señala que es una situación que implica un problema, una dificultad que puede suscitar posteriores enfrentamientos, generalmente, entre dos o más partes, cuyos intereses, valores y pensamientos, observan posiciones absolutamente opuestos y adversas, y probablemente desde nuestra mirada diríamos que son aisladas o particulares a un sector.

Olvidando que como individuos y como parte de un colectivo, vivimos en constante conflicto, ya sea con nosotros mismos, cuando sentimos que no estamos viviendo de acuerdo a nuestro valores; con la familia, especialmente con los hijos adolecentes; con los compañeros de trabajo por disposiciones diferentes en determinadas labores; en la escuela, en el barrio, con los indisciplinados sociales; con los vecinos, sobre todo cuando son ruidosos; con los clientes o usuarios cuando sienten que no se les ha prestado el adecuado servicio; con el gobierno de turno, cuando no se dan respuestas oportunas frente a temas sociales, etc.

Entender el conflicto pasa por la aceptación de que éste es inevitable, puesto que en él planteamos temas de vida, trabajo, ego, sentido de propósito y misión, entre otros, en los que nuestros deseos y preocupaciones son aparentemente incompatibles con otras posturas.

Algunos indicadores de conflicto están relacionados al lenguaje corporal, con la mala información, con la falta de respeto, de objetivos claros , con la falta de habilidad para llegar a consensos, con el anhelo de poder y sobre todo con la falta de discusión con todos los actores sociales de determinados proyectos, como, por ejemplo, reforma educacional, temas medioambientales, de salud, de vivienda.

Y se vuelve negativo y destructivo cuando se polariza , se reduce la cooperación, y principalmente cuando se le da más relevancia a temas menores que a los de fondo, por ejemplo, en salud se genera conflicto por falta de medicamentos, listas de esperas, falta de médicos…, pero no se discute el tema principal relacionado a financiamiento y equidad del sistema de salud; en el sistema público se siguen entregando acciones de salud, vacunas, leche, campañas de invierno, promoción y prevención, financiamiento para patologías auge y no auge al 80% de la población, con el 50% de los recursos, mientras que en el sector privado, con el 50% de los recursos, se atiende el 20% de la población

Y se vuelve positivo cuando permite la solución al problema, cuando se clarifican las ideas, cuando se genera comunicación y respeto, y cuando se involucra a los actores en la búsqueda de soluciones.

Bajo esta última mirada, es oportuno señalar que el conflicto es una condición y dependerá de nuestra elección, de nuestra libertad de conciencia, el enfrentar, evadir, cooperar o comprometerse en la solución de ellos y el saber aprovecharlos para nuestra transformación como individuos y como sociedad.
FOTO: myselfsonrisa.blogspot.com

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