Razones para dejar de Fumar

Razones para dejar de Fumar

21 Enero 2011
Se estima que una década después de abandonado el hábito, el riesgo prematuro de muerte en un ex fumador es semejante al de una persona que nunca se ha llevado un cigarrillo a la boca. Por Verónica Zamorano.
Verónica Zamorano >
authenticated user Corresponsal

Conozco, y tal vez también ustedes, a personas fumadoras que de un día para otro anuncian que no fumarán más y que desde aquel momento no han vuelto a tomar un cigarrillo, así como conocerán tal vez a personas que anuncian lo mismo, pero cada cierto tiempo recaen en su antiguo mal sano hábito, eso, claro, hasta que los pulmones que no entienden de recaídas le anuncian que deben dejar definitivamente el vicio si quiere vivir.
En ambos casos los cambios experimentados resultan beneficiosos. Porque, aunque no lo parezca, no todo está perdido para quienes deciden abandonar el hábito.

Algunos estudios advierten que una vez que se renuncia al cigarro, mejora la circulación sanguínea y el nivel de monóxido de carbono en el organismo comienza a descender. También vuelven a la normalidad el pulso y la presión arterial, y se estabiliza la respiración. Por increíble que suene, regresan los sentidos del gusto y el olfato y hasta mejora el desempeño sexual. La tos se apaga y la voz suena más clara.
Varios médicos sostienen que quienes dejan de fumar viven más tiempo que los que no lo hacen. Se estima que una década después de abandonado el hábito, el riesgo prematuro de muerte en un ex fumador es semejante al de una persona que nunca se ha llevado un cigarrillo a la boca. Asimismo, el peligro de morir de cáncer de pulmón se reduce considerablemente en comparación con los que siguen fumando. A la mejoría del estado físico se suma, para los que deciden sanear su ambiente, la satisfacción psicológica que supone verse libre de una esclavitud y volver a ser dueños de sí mismos.
Las mujeres que piensan que despedir humo es sexy, deberían conocer que lucirán más hermosas cuando dejen de hacerlo: de no absorber las sustancias tóxicas que emanan del cigarro, su piel luciría más lozana y su cabello más sano.
Pero si todo ello resultara aún poco, quizás le convenza saber que quienes abandonan el cigarro dedican el dinero antes fumado a otros fines de mayor utilidad.
Quizás para muchos estas razones son muy validas, porque en definitiva ¿quién no agradecería acercarse a alguna persona sin sentir olor a tabaco, o dejar de sufrir cuando en plena calle respiran el humo del cigarrillo? Pero como en toda cuestión de decisiones y gustos, no faltarán los que se decidan por la fragancia de la nicotina, la tos o los riesgos que suponen las enfermedades coronarias y el cáncer.
Cada cual tiene la libertad para decidir lo mejor para sí. Por mi parte, sin ser fumadora elijo el aire limpio y los sentidos claros. ¿Y usted?
FOTO: diegoksk

Etiquetas: