¿Cómo hablamos los Atacameños? ¡Construyamos un Diccionario Regional!

18 Diciembre 2010
El vocabulario del chileno está plagado de palabras y muletillas que poco tienen que ver con los postulados de la Real Academia de la Lengua. Algunos son chistosos, unos groseros y otros simplemente inentendibles. ¿Y cómo “andamios” en la región?
Equipo El QueHa... >
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Dicen que los nortinos hablamos más cantado y más bajo que la gente del centro del país. Puede que sea cierto, pero ahora nosotros queremos preguntarnos, además del tono, qué decimos, qué nos caracteriza y nos diferencia cuando de “parlar” se trata.
Está claro que hemos desarrollado un léxico que es común a todo el territorio nacional: el “huevón” (sin la “v” en la mayoría de los casos) abunda, no sólo como sujeto, sino que también como adjetivo y verbo; la “mierda” y la “chucha” las encontramos debajo de cada piedra; la “puta” dejó de ser únicamente la prostituta o la ramera y se transformó en una exclamación. Y no obstante, esas son anécdotas dentro de un idioma propio donde hasta hemos aprendido a conjugar en un modo particular: ¿entendí’?, ¿captai?, ¿me seguí’?
Para colmo, nos tragamos la “s” y llegamos a frases tan elaboradas como “maomeno’-nomá’-po”.
Sin querer queriendo, como diría el Chavo del Ocho, hemos generado un dialecto que bien puede servirnos a la hora de enfrentar un combate o un juego de estrategia, tal como lo hacen los aguerridos guaranís del Paraguay o los “scar face” a través del coa. A nuestros vecinos sudamericanos debemos explicarles lo que dijo Luchito para que no queden “colgados” o como “chancho en misa”. Algo similar sucede con el lunfardo en Argentina.
En lo que respecta a la región, comenzaré tirando la primera: alguna vez en un supermercado vi cómo un grupo de jóvenes le dijo a una amiga extranjera que andaba con ellos: “anda a la fiambrería y pídele al carnicero un kilo de «chuto»”. La chica, de apariencia nórdica, lo hizo y el carnicero se “cagó” de la risa. Por supuesto… si aquí por “chuto” entendemos “pene”.
¡A tirar la carne a la parrilla!
FOTO: Corazón.de.Sandía