Incendio en la Cárcel de San Miguel: Un 8 de Diciembre que marcará el Calendario

Debo ser sincera, creí estar leyendo mal cuando este miércoles feriado me desperté con la noticia de la tragedia en Twitter. Creo que eran cerca de las 8:30 de la mañana y prendí mi televisor mientras mi hija menor dormía placida a mi lado. Pero no era un error, era la triste verdad. Era el golpe violento en mi cara de una realidad que no me es desconocida pero que la verdad, no forma parte de mis preocupaciones cotidianas.
¿Cuáles son las causas del incendio? La verdad me da lo mismo. Si fue una riña o un sobrecalentamiento del sistema eléctrico de una cárcel vieja…da igual. El tema de fondo es ¿qué hacen 1900 presos en una cárcel que tiene capacidad para 700? Como es posible que 20 gendarmes custodien esa cantidad de gente? ¿Cómo es posible que entre los detenidos fallecidos figure alguien que estaba preso por vender películas piratas en una feria libre? ¿Qué muchos de los reclusos eran por delitos de baja calificación como lo dijo la Defensora Publica Nacional?
La confusión reina cuando escuchamos las distintas versiones sobre porque no se abrieron las rejas para que las personas fuesen evacuadas a tiempo. Cobra fuerza la información sobre la tardía respuesta de Gendarmería, sobre que el aviso del incendio emanó de una llamada particular y que la demora para el acceso de Bomberos fue de casi 1 hora… que en uno de los pabellones del ahora tristemente conocido 4° piso de la Torre 5 prácticamente no hubo sobrevivientes.
Pero voy mas allá… la situación de hacinamiento carcelario no es nueva en nuestro país. Si somos justos en la primera entrevista que leí del actual Ministro de Justicia Felipe Bulnes en una revista sabatina él señalaba su impotencia por la realidad carcelaria…que nos pasó que en los últimos años no solo no mejoramos la realidad de las cárceles sino las atiborramos de ciudadanos infractores de la ley?
Creo que la delincuencia no es una opción. Muchos podrán no estar de acuerdo pero siento que es un signo de la realidad de desigualdad social y falta de oportunidades. También de una sociedad individualista basada en el “mostrar” mas que en el “ser”. De un país que se jacta de su gran crecimiento económico pero que según todos los informes internacionales se ubica entre los de mayor desigualdad del mundo, a la altura de países africanos…de un “Jaguar” que mas bien parece “gato de campo”.
Para mi la solución no pasa por mas y mejores cárceles…menos por las soluciones modulares que planteaba hace pocos minutos el Presidente Piñera… no pasa por menos presos por metro cuadrado. Si no somos capaces de cambiar radicalmente el modelo de sociedad que estamos construyendo volveremos a ver situaciones como esta, quizás no tan graves en cuanto al numero pero violentas de igual manera…o acaso no es violenta la muerte por ajuste de cuentas…o la realidad de los presos con VIH…? Ambas situaciones cotidianas en las cárceles de todo Chile en mayor o menor medida.
¿Qué hace a un menor asaltar por un par de zapatillas de marca? ¿Qué hace a una abuela decidir vender droga en su población? ¿Qué hace a un padre de familia arriesgarse a ser vendedor callejero de artículos pirateados? ¿Qué hace a una madre arriesgarse a trasladar huevos de cocaína en su estómago cruzando miles de kilómetros en bus? La respuesta es parecida… dinero. El que necesitan para comer y para vestir su vida…la sobrevivencia de las necesidades cotidianas… y en algunos casos o en muchos de ellos que no ven una salida distinta en su entorno…el de la pobreza poblacional donde viven mas compatriotas de los que nos gustaría conocer…
Solo silencio… por respeto a ellos y sus familias… duele ver la manera indigna en que se les está notificando que sus hijos, padres, parejas forman parte de la lista de fallecidos… una vez mas la muerte tiene cara de pobre.